Lo que sí es importante
Estefanía Mbá
Estoy en esos días de descanso y es algo que me está sentando de maravilla. En esta noche en vela estoy pensando que hasta hace poco estaba haciendo uno de los curros más demandantes que jamás he tenido, pero puedo decir ahora que es una experiencia que ha quedado en el pasado.
Tras haber finalizado esa etapa, me ha tocado tomar unos días de descanso, días de pensar en mi bienestar (mental y físico), de pasear por la ciudad, de disfrutar de lo bueno que la vida ofrece, de dormir hasta las tantas sin culpa y gozar incluso del placer de no hacer absolutamente nada.
Work smartly hard and rest harder.
Soy del grupo "work smartly hard and rest harder''. Si hay que trabajar, me lo tomo muy en serio. Hago lo que me toca y procuro que el resultado sea el mejor posible. Pero también soy fiel creyente y practicante del descanso, de cuidarse y mimarse bien cuando ya toca, cuando lo pide el cuerpo.
Siempre llega un momento en que tu cuerpo te pide parar y debes hacer caso. Me está viniendo como la seda esta mini pausa. En nada comenzaré una nueva aventura. Las tendencias son de mejora en los aspectos importantes para mí y eso es lo que cuenta.
Aunque también es otro asunto, ¿tomamos las decisiones que tomamos por nosotros mismos o por el entorno que nos rodea? Como seres sociales, los actos totalmente asépticos tal vez solo sean una ilusión para nosotros, pero veo con frecuencia a demasiadas personas viviendo la vida de otros. Y me desconcierta.
Lo único que deseo es que no me pase. O, por lo menos, encontrar una pronta salida si me meto en esos charcos. Por eso intento aprender de mis errores, pero también de las experiencias de quienes me rodean, de las vivencias de quienes me cruzo en el camino de la vida. Aprender las cosas crudas en carne propia está sobrevalorado.
¿Qué me importa?
Hay lecciones que se aprenden observando las meteduras de pata ajenas. Por alguna razón, mucha gente se queda atrapada en la vida que otros quieren que vivan, aunque en el fondo estén deseando hacer otra cosa.
Yo pienso que una de las claves para evitar esa trampa es tener claro lo que es importante para ti, lo que te hace feliz o te conduce a ese camino. Muchas frustraciones derivan de no tener clara nuestra prioridad y, en caso de tenerla, no actuar en consecuencia.
Estos momentos de desconexión me dan la posibilidad de volver a plantear qué es importante para mí y qué no lo es tanto. Qué quiero cerca y qué es lo que prefiero tener lejos. Ya no me preocupa si el camino es lineal o no, aunque me resulta más excitante lo segundo. Ya no me importa si las cosas pasan cuando suponemos que deben pasar.
Mi fe en la vida es más fuerte que nunca y sé, mejor que antes, que las cosas suceden cuando tienen que suceder y no hay que correr para vivir la vida que no nos corresponde, para vivir sin realmente vivir.
Aunque no haya una sola forma correcta de vivir, o eso creo, la pregunta que pienso que ayuda mucho a saber la nuestra es preguntarse de vez en cuando: "¿Qué es lo más importante para mí?"