Las certezas que cambian
Estefanía Mbá
En esta noche en vela, me he tomado un tiempo para reflexionar sobre la vida y ciertos aspectos de la mía. Y me he dado cuenta de que algunas certezas que tenía en realidad no lo eran.
Algún "jamás" de mi pasado, hoy se ha convertido en "quizás". Y lo "seguro" de mi ayer, es "qué absurdo!" en la actualidad. Mis dudas cuestionan a menudo mis certezas. Y pienso que lo hacen porque no hay garantías de que lo que amas hoy lo seguirás amando mañana.
No hay garantías de que lo que te llena hoy te seguirá llenando mañana. No hay garantías de que tus pasiones ahora lo serán también mañana. En lo que llevo de vida no las ha habido.
Mis certezas han ido cambiado conforme yo he ido evolucionando, o involucionando, para ser honesta. Porque algunos días crezco mucho. Otros, por más que reme el bote, este ni se entera.
Coherencia incoherente.
La primera cuestión que surge es sobre la posibilidad de ser coherente siendo las cosas como son. La otra es plantear si lo más sensato no es cambiar de opinión cuando la información cambia, cuando obtienes pruebas de lo que desconocías cuando creías tener certezas.
¿No sería incoherente, entonces, la coherencia ciegamente obstinada? Total, mi estado de contemplación me ha llevado a pensar que voy a tener que cambiar de opinión muchas veces más y mis certezas de hoy volverán a cambiar. ¡Pero cómo llamar certeza a lo que cambia!
Las certezas que cambian son todo lo que queramos, pero no son certezas. ¿Será, entonces, que mi única certeza es que no tengo certezas? Creo en lo que siento hoy. Sé lo que sé hoy. Amo lo que me gusta hoy. Me mueve lo que me mueve hoy. Pero mañana..., ¡quién sabe mañana!