Africanos que necesita África
Estefanía Mbá
En esta noche en vela, mis letras quizás llegan un poco tarde. Pero creo que llegan ahora porque es el momento en que he podido encontrar la suficiente entereza para juntarlas.
A principios de este mes, me enteré de la muerte de Mbuyi Kabunda Badi (3 noviembre, 2022). Me dolió como si se tratara de un familiar muy cercano y me dolió de una forma diferente que no he sabido, ni sé bien cómo explicar. Supe que acabaría escribiendo sobre el tema.
Creo que la muerte de Mbuyi me tocó en demasía, porque una parte de mí sabe que es la clase de africanos que siempre ha necesitado y necesita África. No sé si a quienes me leéis os suena su nombre. Pero si no, no os imagináis cuán grande era el placer de escuchar hablar a este señor.
Conflictos intelectuales.
Tuve la oportunidad de coincidir con Mbuyi en una conferencia que me regaló un colega. Un regalo bastante memorable, porque escuchar hablar a Mbuyi resolvió algunos conflictos intelectuales que tenía y me dio bastante claridad acerca de mi propio ser, acerca del verdadero significado de africanidad y acerca de los retos de la humanidad en general.
Sus palabras me permitieron arrojar luz sobre algunas teorías y paradigmas migratorios que albergaba mi mente y que solo hasta ese momento sentía que alguien más había pensado, compartía, argumentaba y, además, expresaba con tal nitidez que yo no había podido encontrar.
Me tranquilizó y me asombró en igual medida saber que habíamos llegado a las mismas conclusiones siendo que era la primera vez que me enteraba de su existencia. Nunca antes de aquel día había oído hablar de él. Y no me viene ahora a la mente el nombre del fenómeno, pero fue algo como lo que sucede cuando investigadores que no se conocen hacen descubrimientos similares al mismo tiempo, en diferentes partes del mundo.
Quería saber más.
Desde ese día, me sentí muy conectada con el pensamiento de Mbuyi y fue la primera vez que compré libros de un autor tras escuchar sus palabras, porque quería saber más y más.
Aunque suene como un gran atrevimiento poner mis humildes conocimientos a la altura de los de una eminencia sobre el tema como lo era Mbuyi Kabunda, más bien intento expresar la gratitud y la fortuna que siento por haber compartido algunas ideas y espacio con alguien como él.
Aquel día, para terminar su ponencia Mbuyi hizo hincapié en la necesidad de unión y liderazgo en el continente africano. Porque nosotros, esta generación de jóvenes africanos con miras globales necesitamos un espejo en el que mirarnos. Un punto de referencia que nos sirva de sustento. Y aunque parezca una apreciación simplista y desorbitada a la vez, es una realidad.
No hay referentes.
Mbuyi habló de referentes. Primero desde el optimismo que no le puede faltar a quien sueña con ver un mundo mejor, pero también con cierto pesar respecto de la realidad que nos ha tocado heredar, propio de quien es consciente de los retos que conllevan los cambios. Tal vez podría hablar más de quién era y podría compartir sus obras y trabajos extensos, pero siento que ya está Google para eso. No obstante, si te interesa pincha aquí.
Muy en el fondo, escribo esto porque para mí era y seguirá siendo un referente. Nunca he hablado de referentes que no fueran de mi entorno familiar por aquí, pero él lo era para mí y hoy he sentido la necesidad de compartirlo, de hablar de lo que significó y representó (representa) para mi persona.
Fuente imagen: Flickr- curso África imprescindible.